Un grupo de niños, de aproximadamente 11 años de edad, decidió jugar una broma muy pesada a una de las profesoras del colegio.
Uno de los niños finge estar tirado en el suelo, con sangre falsa en la cabeza y una silla casi encima de él.
Otro de los cómplices graba con su celular la actitud de la maestra al entrar y ver al niño lleno de sangre. Como era de esperarse, la maestra grita de terror.
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